Impulsar la cultura organizacional desde los valores contribuye a una adecuada gestión de los recursos humanos dentro de las empresas, debido a que permitirá fomentar buenos hábitos en sus labores cotidianas. Al promover ese sentido de pertenencia, apreciarán que en la organización para la que trabajan es más que un espacio profesional, considerándola como una familia en la que podrán refugiarse para sacar a relucir su máximo potencial.
Y es que resulta insostenible fijar un plan de trabajo idóneo en una empresa u organización con una cultura organizacional débil, donde se conozca muy poco sobre esa identidad que tiene cada empresa en el mercado y sus empleados se basen en sistemas de jerarquía obsoletos o burocráticos. No se podrán obtener resultados exitosos, ni tampoco se posicionará en su público objetivo como una alternativa competitiva.
Contenidos como este en nuestro blog será esa guía fantástica para entender por qué es importante contar con una cultura organizacional desde los valores, la cual sustente a tus empleados desde la esencia que transmite tu empresa a todos sus grupos de interés y a la sociedad.
¿Qué es la cultura organizacional?
Se define como el conjunto de valores, creencias, costumbres, hábitos y normas, que se constituyen en patrones y pautas de comportamiento para todos los empleados; Por lo tanto, podríamos decir que toda empresa grande, mediana o pequeña tiene su propia cultura organizacional y para todas es igual de importante gestionarla como un elemento clave de su norte estratégico e identidad institucional.
¿Cuál es la importancia de gestionar y desarrollar la cultura organizacional?
“La cultura se come a la estrategia de un bocado” dice Peter Drucker. Cuando la estrategia y la cultura en una organización no están alineadas, las personas siguen la cultura y no a la estrategia, pues es lo que tienen más cercano y está en su día a día.
Por eso es que a veces, vemos que la estrategia del negocio, aunque esté muy bien formulada no avanza como quisiéramos. La cultura permite y moviliza, o por el contrario impide y paraliza. ¿Tenemos entonces la Cultura adecuada para desarrollar la estrategia de la organización?
Por otra parte, debemos reflexionar sobre la era en la que estamos, la era de la consciencia, una época en la que la relación persona– trabajo se ha transformado; Los empleados dentro de las organizaciones buscan tener un rol más activo, sus motivaciones e intereses han cambiado, hay intereses genuinos de cuidar el medio ambiente, de trabajar por un propósito superior y consciente para impactar positivamente a la sociedad.
Por lo tanto, el capital cultural tiene más valor y puede ser una ventaja competitiva que da sostenibilidad y buena reputación al negocio.
Esto nos lleva a pensar en la importancia entonces, de asegurar un alineamiento entre los valores personales y los valores de la organización. En la posibilidad de que nuestros empleados puedan ser ellos mismos en la organización, contribuir y desarrollar su potencial.
En la posibilidad de que ellos mismos nos digan que valores o comportamientos serían necesarios en la empresa para que esta fuera más productiva y pueda cumplir sus propósitos. Esto impactaría inmediatamente el compromiso de ellos y por tanto el desempeño de las personas y del negocio y al final de la ecuación sin duda tendremos también empleados más felices.
Los valores, conscientes o inconscientes, muestran donde está la energía y son la motivación para cada decisión o acción tomada.
Por eso las herramientas de Transformación Cultural (CTT) de Barret Values Centre, basada en el Modelo Barret®, tienen una gran relevancia para las organizaciones de hoy.
Una metodología que nos permite volver Tangible lo Intangible, como lo es la cultura organizacional, con métricas e indicadores que facilitan el diagnostico, desarrollo y medición. Sin embargo, más allá de las métricas e indicadores que nos da la metodología, nos invita a desarrollar una Organización impulsada por Valores. Una organización que pueda evolucionar en su propósito de “ser la mejor en el mundo” a ser “la mejor para el mundo”. Una cultura consciente de su responsabilidad de construir relaciones gana – gana con todos sus grupos de interés (empleados, proveedores, clientes, accionistas y comunidad).
Las herramientas CTT permiten entonces, entender qué motiva a su gente (valores personales), diagnostica qué está y qué no está trabajando (cultura actual y cultura deseada y optima) destacando las brechas entre ellas y cualquier disfunción en la organización con el puntaje Cultural Entropy®, y finalmente, descubrir una ruta clara a seguir (plan de desarrollo de la cultura). Los datos son la base para definir objetivos medibles y una hoja de ruta práctica para una cultura de mayor rendimiento.
Las herramientas CTT permiten también, obtener información necesaria para planificar y administrar las iniciativas de cambio, de programas de transformación cultural, gestión del talento y desarrollo del liderazgo.
“Frente a la turbulencia y el cambio, la Cultura y los Valores se convierten en la principal fuente de coherencia, renovación y sostenibilidad” Rosabeth Moss Kaner, profesora de Harvard Business School
Por Victoria Robledo P, Consultora y Formadora Organizacional. Marzo.